Ana María Alías Vega, conocida por el gran público como Pasión Vega, nace en Madrid pero pronto se traslada a Málaga, de donde es originaria su familia paterna, y destaca desde joven gracias a su majestuosa voz, llegando a ganar varios concursos musicales e iniciando su trayectoria a los 17 años de edad con su primer single, Estos detalles.
En 2001 lanza su primer trabajo discográfico completo llamado Pasión Vega, al que sigue su segundo trabajo de estudio Banderas de nadie (2003). Unos años más tarde lanza al mercado Gracias a la vida (2009) con el que, además de recorrer con éxito los escenarios más importantes de nuestro país, irrumpe en el mercado latinoamericano, obteniendo importante notoriedad en Argentina y México. Fruto de esta conexión y aceptación popular nace el proyecto titulado, Pasión en Buenos Aires (2009), un CD+DVD grabado en directo durante los conciertos que ofreció en el Teatro El Nacional de la capital argentina.
Ya 2014 ve la luz su sexto disco Pasión por Cano, un homenaje que la artista quiso dar al desaparecido y atemporal cantautor granadino Carlos Cano y del cual, un año más tarde, publicaría una Edición Especial en la que colaborarán algunos de los artístas y compañeros más admirados por Pasión. Inolvidables interpretaciones junto a Juan Manuel Serrat, Noa, Miguel Poveda, Estrella Morente, India Martínez y su querida Maria Dolores Pradera. Fruto de su dilatada trayectoria y celebrando sus 25 años de carrera, nace 40 Quilates (2017) y su posterior reedición 40 Quilates Íntimo (2018).
Ahora Pasión Vega, regresa con Todo lo que tengo (2019), un álbum con el que la intérprete se sumerge profundamente en América Latina, en sus raíces y presente musical, en compañía del joven y talentoso músico venezolano Gustavo Guerrero. Un proyecto grabado íntegramente en “El Desierto CasaEstudio“ (México), con miles de colores, timbres genuinos, pureza y sensibilidad únicas. Este trabajo supone un viaje sonoro, un mapa de canciones con las que Pasión nos habla de los orígenes, la libertad, el buen amor, la fe, el cambio… pero también nos habla de amores imposibles, melancolía, antiguas leyendas... a través de ritmos genuinos y universales como son el Danzonete, Son, Bachata, Chacarera, Bambuco Viejo, Sangueo, Rumba Jarocha, Ranchera, Bolero, Bossa, Zamba, Tango... y otros estilos propios del folclore más popular y profundo, nacidos en los barcos y abordados por primera vez por una intérprete española, como es el caso de la Petenera Mexicana y la Malagueña Venezolana.
Sin duda, un trabajo sin fronteras.